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Vivir para contarla: la importancia de la donación de órganos

GENERAL 27/05/2020 Redacción Quintaesencia Redacción Quintaesencia
Natalia

El sábado 30 de mayo se celebra en Argentina el Día Nacional de la Donación de Órganos, tema que atraviesa por vaivenes relacionados con la agenda mediática a lo largo del año, pero que en esta fecha cobran especial relevancia. Como parte de las campañas de visibilización de esta temática y su importancia, por estos días se llevan a cabo numerosas campañas de difusión y actividades especiales. Entre las previstas para estos días, se encuentra un conversatorio que se realizará mañana a las 20, a través de la cuenta de Instagram del Centro Cultural Universitario (CCU) de la UNNE. El mismo será moderado por Natalia Mozzati, quien es integrante del coro de esa casa de altos estudios, a la coordinadora del área de difusión del Centro Único Coordinador de Ablaciones e Implantes de Corrientes (Cucaicor).

Pero el valor agregado que posee esta actividad en particular es que Natalia recibió un transplante de riñón hace casi dos meses y estuvo en lista de espera por casi 8 años. “Durante ese tiempo me hice diálisis tres veces a la semana, por 12 horas semanales y, todo este tiempo, el Centro de Diálisis se convirtió casi en una segunda familia para mí”, contó la joven de 37 años a La República, quien además es técnica en Turismo egresada de la UNNE.

En relación a lo que implica estar en una lista de espera, Natalia contó que existe mucho mito en torno a esta situación, “porque muchos piensan que te dan un número y que bueno, en algún momento va a llegar tu número y vas recibir el trasplante, pero no funciona así. En realidad, es más parecido a una ruleta porque tiene que ver con un sinnúmero de variables, más allá de que creo que también depende de Dios y de que te toque cuando es el momento indicado”. 

Y para ella, “el milagro”, como lo califica, tuvo lugar el 2 de abril en plena crisis sanitaria y aislamiento social por el covid-19. Su médico le comunicó que una paciente de Paso de los Libres de 40 años había fallecido como consecuencia de un accidente cerebrovascular, y que en vida había dejado sentado su decisión de donar todos los órganos que fueran compatibles con quien los necesitara. 

“Para mí es muy importante tener el dato de que esta señora haya manifestado su decisión de donar porque quiere decir que lo hizo a conciencia y a sabiendas de que podía ayudar a que otras personas pudieran seguir viviendo”, contó. 

En tanto que comentó que nunca se hubiera imaginado poder recibir el riñón durante una situación tan extraordinaria como la pandemia del covid-19, “porque entendía que este tipo de operaciones no se iban a poder realizar”. Para ella, esta fue la tercera vez que estuvo a punto de recibir el órgano; la primera fue en 2017 y la segunda, en 2019. 

La intervención 

 El trasplante de riñón a Natalia se llevó a cabo en la mañana del 3 de abril y la operación tuvo una duración de tres horas en el Instituto de Cardiología de Corrientes, que es el centro en donde se concreta este tipo de intervenciones, junto con las de corazón y córneas.

“Una vez que ingresé al Cardiológico, me realizaron numerosos estudios, entre ellos los de covid y dengue”, comentó. La recuperación de la intervención fue muy buena, “tanto que cuando salí ya podía hacer pis sin problemas porque mi cuerpo aceptó el órgano”, dijo Natalia.

Cambios

A casi dos meses de la ablación, Natalia comentó que su estado de salud es más que óptimo. “Hace casi una década que yo no sé qué es estar bien de salud. Porque dos años antes de que empezara a hacerme diálisis, me diagnosticaron lupus, y que afectaba a los riñones, así que hace mucho tiempo que no tengo registro de sentirme bien”, rememoró. 

Según el médico que la atiende, aún sigue siendo una paciente de riesgo, más aún en este contexto de pandemia. “Así que tengo que seguir una serie de cuidados muy especiales”, contó la joven. 

Ahora, Natalia sabe que tiene el compromiso de promover la donación de órganos que salva vidas, como la suya, por lo que busca sumar para hacer la diferencia, “para también honrar a mi donante”, concluyó.

Cuestión de fe

Natalia, al mirar atrás y buscar aquello a lo que se aferró durante casi una década para seguir adelante y no decaer, no duda: “Sin dudas el haber tenido fe y una actitud positiva fueron determinantes. Por supuesto que hubo momentos en los que decaí, como por ejemplo cuando me dieron el diagnóstico, que debía dializarme y esperar un trasplante”. Dijo que sin dudas, haber confiado en algo superior le dio fuerzas para seguir adelante y seguir esperando que se concrete “el ansiado milagro”, lo cual sucedió hace casi 60 días.

Fuente: La República de Corrientes

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